BUENOS AIRES.- A la intención de ganar de prepo respondió con una defensa perfecta, gigantesca. Peñarol lo soportó todo en La Bombonerita. Y terminó imponiéndose 58-57 en otro final tenso, dramático, con un doble de su mejor jugador, Gabriel Míkulas, a falta de 17” y otra marca sensacional sobre Gutiérrez en la última jugada del partido. Así recuperó la ventaja deportiva y puso 2-1 en su favor la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol.
Peñarol dejó pasar una buena oportunidad en el primer tiempo. Porque con el correr de los minutos y hasta a falta de 7' para el final del segundo cuarto fue edificando un dominio claro a partir de una muy buena defensa y de importantes actuaciones individuales de Jason Osborne y Josh Pittman, los extranjeros del equipo.
El comienzo del primer cuarto fue muy parecido al del primer partido en Mar del Plata. Las dos defensas impusieron sus condiciones. Mientras que Peñarol no pudo anotar desde lejos, Boca falló casi todo lo que tiró cerca del canasto y sólo se sostuvo con un par de "bombazos" de Legaria y Robinson.
Aún privado de su tiro externo, paulatinamente Peñarol fue encontrando más variantes ofensivas y sacó un par de contraataques punzantes. De todas maneras el control del juego que consiguió con su defensa recién lo cristalizó en el marcador en el último minuto: Mikulas, en un posteo logró un doble y una falta adicional frente a Leiva, y en la reposición Mata robó la pelota y le sirvió otro nuevo doble a Pittman. Así el equipo marplatense consiguió distanciarse a 17-10 al término del primer parcial.
En el comienzo del segundo cuarto Osborne, con su tiro de media distancia y Pittman con sus penetraciones y lanzamientos externos estuvieron incontenibles para la defensa de Boca. Peñarol consiguió una ventaja de doce puntos (26-14) a poco menos de siete minutos.
Pero ahí Boca logró ponerse de pie. Los ingresos de Cequeira y Patricio Rodríguez le vinieron bien, endureció su defensa y le provocó siete pérdidas a Peñarol en el cuarto y, en ataque, aprovechó la ductilidad del cubano Borrell, quien convirtió en el cuarto 12 de sus 14 puntos. Ante un Peñarol confundido Boca, que parecía muy comprometido, logró cerrar la primera mitad sólo 31-33 abajo.
Ya en el complemento Peñarol jamás tuvo el control de la situación, ni la diferencia, como en el comienzo del partido. A lo sumo logró un parcial de 7-0 para escaparse 42-35 promediando el tercer cuarto. Pero después comenzó a sufrir cada ataque.
Boca salió a jugar a tres cuartos de falta. Los árbitros se lo permitieron. Y así comenzó a revertir la cuesta.
Pero Peñarol no cayó en la trampa. Soportó casi estoicamente los errores rivales. Y replicó a los golpes con una defensa estupenda, de las mejores que hizo a lo largo de toda la temporada. Lo controló todo: al perímetro y al juego interior.
Gabriel Míkulas comenzó a perfilarse como la figura del partido. Se ocupó de Borrell y lo mató, le consumió hasta el último aliento de energía. Y fue el único en ataque que pudo sobreponerse y no fallar ante el aluvión de empellones y manotazos.
La paridad a la que ingresó el partido hacia la mitad del tercer cuarto se mantuvo hasta el cierre mismo. Increíblemente, en el cuarto final, a Boca recién le pitaron su primera falta cuando faltaban 2’45” para el cierre.
Igual, Peñarol se las ingenió. Con la jerarquía de Míkulas. Y con el oficio de todos para defender. Gutiérrez, muy bien marcado, no pudo gravitar como en Mar del Plata. Tampoco lo hizo Leiva, ni Borrell cuando volvió al partido con la poca energía que le quedaba.
Al equipo local le quedó el tiro de tres puntos. Y Oroná pareció anotar uno decisivo cuando faltaban tres minutos para poner a su equipo al frente 55-52.
Pero, con un tiro libre convertido por Muruaga tras falta intencional, achicó a dos y en la reposición apareció Tato Rodríguez para clavar un triple determinante. Al último minuto, no obstante, Boca entró ganando 57-56. Además, con tres faltas para dar. Pero Pittman se las hizo consumir todas. Y el propio americano tomó el riesgo de un lanzamiento de tres puntos. Lo falló, pero Míkulas apareció desde atrás para tomar el rebote y anotar el doble de la victoria. Todavía quedaban 17 segundos.
Peñarol, en un partido de tan poco gol, eligió defender. Y acertó un pleno. Osborne hizo tirar incómodo a Gutiérrez, el ala-pivote falló y el “Gabo”, la gran figura del partido, se quedó con el rebote y le sirvió en bandeja el 2-1 a Peñarol.
fuente
www.lacapitalnet.com.arsaludos a todos los hermanos de colores
1 comentario:
Bueno, mi predicción se había quedado en el camino cuando Libertad fue eliminado por Boca, así que espero que Peñarol pueda ganar. Veo, como creo que lo hacen todos, que la serie está muy pareja, así que puede definirse en cualquier cancha y para cualquier equipo. Aunque, siento que Peña hizo una gran campaña y eso los jugadores y el cuerpo técnico lo saben bien y por ello harán hasta lo último para consagrarse.
Les deseo mucha suerte.
Mirko de Puerto Madryn.
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