¿Edad y ocupación?
- Tengo 39 años y trabajo como Maestro Mayor de Obras.
¿Como te hiciste Milrayitas?
- De chico mi vieja me hizo socio de otro club del barrio, el Kimberley, en la época en que se inauguró la pileta, como no me gustaba la natación me cambié a básquet, y cada vez que nos tocaba jugar de visitantes contra Peñarol era algo especial, deben ser esos sentimientos inexplicables que uno tiene incorporados y no puede saber como surgió. Como anécdota recuerdo la vez que entré por primera vez al vestuario visitante y había unos azulejos blancos, y una franja de azulejos con el escudo del club impreso en los mismos. Esa imagen la recuerdo como si fuera hoy.
Después, con el correr del tiempo, me di cuenta que mi lugar en el básquet estaba en la tribuna y dejé el lugar a quienes lo hacen mejor que uno, y a partir de ahí, el Club siempre fue un recinto de reunión, de amigos y de rateadas de la Escuela 58.
¿Desde que año lo seguís?
- Creo que todos tenemos dos instancias en la relación con un equipo. La primera etapa es la del simpatizante, el que lo sigue por radio, lee los diarios y cada tanto va a ver algún partido, y después, en algún momento imposible de explicar, se convierte en hincha. En mi caso mi etapa de simpatizante comienza cuando Peñarol estaba en la B y el cambio a hincha fanático, podría decir que se produjo en la liga 95/96 y a partir de ahí saqué abono en todas las Ligas.
¿Un ídolo de todos los tiempos de Peñarol?
- Mmmm, es difícil elegir uno, hay varios, pero creo que la persona que no genera la más mínima discusión y por el momento que le tocó vivir en el Club, por su estilo de juego, por su personalidad y por su eterno agradecimiento a Peñarol es Marcelo Richotti. Asimismo quiero resaltar los otros dos lugares del podio que son para Tato y para Manu.
¿Que balance te dejo la ultima temporada?
- El balance es más que positivo, aunque quedó el sinsabor de la final, el equipo dejó todo en la cancha. Recuerdo que en agosto del año pasado, un amigo me llamó para contarme que había un amistoso contra Belgrano en el Poli, y ya se podía ver que el equipo tenía buena química. Siempre es importante saber desde donde comienzan los procesos deportivos, todo empezó a partir del casi descenso en la 2003/2004, luego un muy buen año con Narvarte, luego un año donde no se que pasó, pero se cometieron muchos errores y se logró un 10mo. Puesto, que no hubiera sido así sin tantos errores y luego el cambio del cuerpo técnico para empezar a soñar con hacer una buena campaña, que culminó llegando a la final de la Liga.
¿Que opinión tenés del armado del equipo para la próxima temporada?
- Por ahora tengo una sensación extraña, me ilusioné con la llegada del DT y Román, pero no entiendo que pasa con los americanos, yo entiendo que ellos hacen su trabajo y cobran por lo que hacen y están en todo su derecho de elegir a quien más les pague, pero no entiendo que pasa que ni siquiera consideraron si Peñarol podía o puede igual la oferta recibida por otro club.
Quisiera detenerme en el caso de Pittman, un excelente jugador que me estaba convenciendo que ciertas cosas que hizo en su vida habían sido errores y que su afecto en Argentina estaba con la Milrayitas, pero su “desaparición” me demuestra que nos mintió siempre y que no es un jugador a quien volvería a contratar. En la Liga 2001/2002 en la que todo explotó, se fue a pasar las fiestas a su país y no volvió por la situación argentina, al año siguiente aparece jugando en el club rival, como si la realidad argentina hubiera cambiado tanto de un año al otro. Luego también los caga a ellos, ya que no le hicieron cláusula de Reserva porque confiaron en su palabra y al año siguiente aparece jugando en Atenas. En esa Liga, en un viaje a Brasil, es demorado en el aeropuerto por tenencia de marihuana, y no tuvo mejor idea que decir que ese pantalón se lo había comprado el domingo anterior, después del partido contra Peñarol, a Joe Bunn, uno de los tipos más buenos que yo haya visto. Y al año siguiente, le da positivo el doping, Atenas le banca el contrato mientras le dura la suspensión y al año siguiente dio miles de vueltas para no volver, siendo un desagradecido una vez más. Suerte Josh, gracias por todo, pero no te debemos nada y estamos a mano.
¿Que preferís, ganar la LNB o alguno de los torneos internacionales?
- Este año vamos a tener muchos torneos y espero que emboquemos alguno, un torneo internacional no estaría mal, pero desde el 94 hasta acá, no pasando por buenos momentos, hemos crecido en el sentimiento popular y creo que ganar la Liga sería la frutilla del postre de todos los hinchas.
¿Que opinas de la dirigencia actual?
- Tengo la mejor de las opiniones, es un conjunto de personas que dejan sus actividades y le sacan tiempo a su familia, para dedicársela a Peñarol. Lograron sanear el club, pasaron etapas difíciles y lograron sobrepasarlas. Aprendieron lo que es pelear un descenso y tomaron conciencia de cómo hacer las cosas para nunca volver a pasar por una situación igual.
Creo que en la última Liga se cometió un error que espero no se vuelva a repetir, después de la serie con Regatas los jugadores empezaron a hablar de los premios por ganar la final. Creo que los temas de dinero deben estar hablados al inicio de temporada, ponerse de acuerdo en que se paga tanto dinero por objetivo alcanzado y cada uno ponerse a hacer lo que le corresponde, los jugadores entrenándose y alcanzando los objetivos y los dirigentes haciendo lo que sea necesario para cumplir con lo prometido. Cuando estás cerca de alcanzar la gloria, no se puede hablar de plata, porque se pierden de vista los objetivos.
¿Como ves el tema de la violencia? ¿Tiene solución?
- Tengo una particular manera de ver la violencia, creo que funciona como un negocio para alguien a quien le conviene el quilombo, ya que eso justifica adicionales y efectivos que se pagan, que están sobredimensionados y que nunca van todos los que dicen que fueron.
Yo, como todas las personas que conozco, no va predispuesta a pelear a una cancha, todos convivimos en la sociedad y cada uno tiene sus simpatías deportivas, a lo sumo eso generara bromas y cargadas, pero nada más que eso. Quienes van dispuestos a hacer quilombo son idiotas útiles que no creo que deban estar presos por lo que hacen en un estadio, sino que deben estar presos por lo que hacen fuera de ellos, porque no creo que solamente sean unos inadaptados en un partido.
Creo que la solución pasa por ir a fondo con la ley, la ley existe, es la llamada Ley De la Rua, solo hay que ponerla en práctica. Y otro punto es dejar de pagar los adicionales a la Policía.
Contanos una anécdota/situación/partido que recuerdes
- Lo más lindo es poder formar parte de un nuevo grupo de amigos que me fui haciendo al compartir asiento durante años con personas que no se si hubiera conocido en otro lugar, gente como Juan Carlos, Jorge, Nito, Susana y muchísimas personas que compartimos un mismo sentimiento, alegrías y tristezas, con los que sueño abrazarme cuando salgamos campeones nuevamente.
¿Un mensaje para todos los Milrayitas?
- Creo que ser Milrayitas, tiene que ver con identificarse con un modo de vivir la vida. Hay millones de motivos por los cuales uno se acerca a un Club, un amigo, una amiga, una minita que te gustaba, un flaco fachero, la cercanía, los colores, millones de motivos, pero lo que nos une es aquello que nos atrapa sin pedirnos permiso y nos hace quedar dentro de ese grupo humano. No somos ni mejores ni peores que nadie, simplemente somos distintos, y lo que nos pasa con Peñarol es que al Club le pasa lo mismo que nos pasa a cualquiera de nosotros. Quien de nosotros no se embarco en un imposible para alcanzar un objetivo? Quien de nosotros confió en el país y se endeudó hasta las pelotas y puedo salir a flote a partir del esfuerzo personal y la lucha? Lo que nos hace diferentes es la EPOPEYA, no tuvimos los mejores equipos, pero siempre nuestros equipos pusieron algo más para alcanzar un objetivo. Cada uno de nosotros somos producto del esfuerzo y la lucha diaria y eso es lo que nos une y nos identifica.